¿Estoy siendo hoy acertado?

¿Estoy en lo cierto cuando hoy las cosas son tan sencillas y defiendo una vida de sacrificio? O tener razón por estar en contraposición:


No estoy equivocado cuando mi objetivo actual es buscar la repulsa de los demás: Si tuviera una manera de pensar adaptativa y cómoda para los demás (digamos una esquematización que alguien que no fuera yo pudiera aceptar), estaría tomando un camino equivocado, porque lo que necesito es encontrar la no aceptación del pensamiento colectivo, | la opinión cómoda y actual*. Tengo que descubrir las ideas genuinamente mías, que por ser propias no sean colectivas:


» “¿Me estoy aplicando demasiado?” Nunca es demasiado cuando ha de serlo todo.


» “¿Cabe la posibilidad de que esté equivocado?” No, ya que soy yo el que conoce, o mejor, puede llegar a conocer los aspectos relevantes** de mi vida y tomar decisiones respecto a mi propio total. Aunque la experiencia a posteriori nos diga que la verdad total era otra, esto no es mas que mera ilusión, vanidad velada.


» “¿Cuánto falta de madurez en todo esto como para que pueda tomar una decisión respecto a mi propio total?” Nada. Nunca falta nada de esa madurez, ya que es en el momento exacto, este mismo instante, cuando tenemos en consideración todo lo que nos resulta prioritario.


» “¿Por qué tengo que esforzarme para diferenciar lo importante de lo que no lo es, por considerar lo que ahora no considero?” Porque realmente no hay nada nuevo en todo esto, tan sólo la pretensión de quitar de en medio todo lo que no es puramente nuestro y así poder tomar decisiones puramente propias.


Este es el tipo de preguntas que necesitamos oír de motu propio. Preguntas que constantemente nos hacemos pero que todo lo que nos rodea las esconde profundamente. Y las respuestas han de ser siempre las mismas: “No estoy equivocado”, “Tengo que divorciarme de todo esto”, “He de ser total y absolutamente consecuente, porque la entrega total con mis convicciones es lo único que me puede unir a mi mismo, a mantenerme en mi mismo”. Son respuestas implicadas, muestras de lo mártires que somos para nuestro yo. Porque si nosotros no nos sacrificamos para nosotros mismos, “¿Quién va a tener renuncia por mi?”¿Acaso espero que otra persona que no sea yo mismo pierda o deje de ganar algo para mi?”. Yo soy la persona más importante en mi vida porque soy el único que puede llevar a cabo mis convicciones, sería de estúpidos esperar que otro lo hiciera por mí.


Es todo esto lo que fundamenta la validez única del sacrificio, de que la incomodidad, a pesar de no ser necesaria*, es la única herramienta con la que contamos para ser nosotros mismos.

*Esto no significa que alguien no pueda compartir mis opiniones, alguien personal, si no que voy a estar en contraposición a la manera de pensar heterogénea.

**Cuando soy yo, y tan sólo yo, el que conoce lo que es relevante y lo que no.

*Innecesaria para ser feliz, para disfrutar de la vida con una sonrisa, una familia y un reconocimiento.